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La Shopping Night desata una noche efervescente en Córdoba presidida por la música de Queen

Otra shopping night en Córdoba y ya van once. El Centro de la ciudad se ha convertido este viernes en un auténtico hervidero de público deseoso de marcarse otra noche de fiesta con el pretexto de las compras. Da igual que no hayan pasado ni dos días del mayo festivo. A esta ciudad siempre le cabe una fiesta más. Con 260 establecimientos adheridos a la propuesta de Centro Córdoba, y con música trepidante en cada tienda y en cada esquina, las calles principales se han llenado de familias, jóvenes y turistas encantados con la idea de desenfundar la tarjeta de crédito y olvidarse por un día del comercio online. Si el año pasado fueron 150.000 los que se acercaron a la cita nocturna con las tiendas, esta noche cabe pensar que hayan sido aún más gracias a la temperatura perfecta que ha invitado a los cordobeses a pasearse desde primera hora de la tarde.

Mucho antes de las 21 horas, la plaza de Las Tendillas bullía al son de la banda de versiones Olivetti, que ha desatado la locura bailonga entre los presentes. El pasacalles de Queen ha sembrado el ritmo entre los viandantes de comercio en comercio, al igual que la peluquería de El Guapo, ubicada en la calle Morería. Como es habitual, este ha sido uno de los puntos calientes de la noche, con photocall y corona incluidos, además de micrófono donde desfogar acordes.

El Bulevar Gran Capitán se ha llenado de ritmo de la mano del Coro Gospel, liderado por Nacho Lozano, que una vez más, ha elevado a lo más alto a los presentes con la calidad de las voces de sus integrantes. Con djs distribuidos por puntos estratégicos del Centro, la música de Freddy Mercury ha animado las compras en la mayoría de las tiendas, que han sacado a la calle sus tenderetes para que el público ejerciera por un día en pleno centro esa sana afición de mercadillo de rebuscar entre los percheros la prenda más deseada.

Público, en la Shopping Night, este viernes, en Córdoba.

Público, en la Shopping Night, este viernes, en Córdoba. / A.J. GONZÁLEZ

‘Los shopping adictos y los shopping escépticos’

En tiempos de blancos y negros, han convivido bajo el mismo hilo musical los shopping adictos y los shopping escépticos. Entre los primeros, muchos cordobeses de todas las edades y todos los géneros a los que les faltan horas en el día para buscar las mejores ofertas en internet, comparar modelitos en Instagram, investigar tutoriales sobre posibles combinaciones, probarse trapitos y sacar el máximo provecho al presupuesto destinado a mejorar el fondo de armario. «Siempre vengo para ver el ambiente y siempre acabo picando y comprando algo, soy muy débil cuando se trata de la ropa y los zapatos», confesaba Verónica, higienista dental, mientras seleccionaba varias prendas de un perchero, «está claro que lo hacen con idea, acabamos de cobrar y todo el mundo tiene cosas que comprar de cara al verano, a mí me cuesta resistirse, no lo voy a negar».

En el otro extremo, los defensores de la ecología y la sostenibilidad, que se niegan a caer en las redes del capitalismo aunque participen de un modo u otro de la fiesta. «No vengo a comprar nada, estoy servida y tampoco me creo lo de las ofertas, estoy aquí porque es donde está el ambiente«, aseguraba Patri, rodeada de amigas activistas del comercio justo. Firmes en su propósito, ni siquiera se acercaron a las tiendas vintage, donde el furor consumista siempre encuentra un poco de justificación. Si Greta Thunberg hubiera estado por allí, les habría dado un abrazo.

La noche prometía cuatro horas de algarabia y la shopping cumplió sobradamente su promesa. «Yo no sé si las tiendas venden mucho este día, pero se agradece la parafernalia que montan todos los años», confesó Miguel, que trabaja en la zona de Vistalegre, «a los que tenemos horario de comercio, nos da la oportunidad de ir de compras, que es algo que pocas veces podemos hacer». Desde luego, él le sacó el jugo a la shopping porque llevaba dos bolsas en la mano. «Tenía que comprarme unas zapatillas de deporte y un par de camisas y he aprovechado el horario». Habituales de esta cita, él y su mujer participaron en el concurso. «Si nos toca el viaje a Londres, que he visto que incluye alojamiento y desayuno, sería ya la leche, ojalá».

Independientemente del impacto en la Naturaleza que tenga la fabricación de ropa, está claro que si hay un tipo de comercio que salga ganando en la Shopping Night esos son los negocios de textil. Y no precisamente las franquicias. De unos años a esta parte, han proliferado por el centro gran cantidad de tiendas pequeñas de ropa, regentadas por cordobesas mujeres habitualmente dirigidas a un público mayoritariamente femenino, más o menos adinerado, de más o menos edad, que seduce a las seguidoras de la moda. No hay más que dar una vuelta por la calle Barqueros, la calle Morería oCruz Conde, entre otras, para conocer ese puzzle comercial cada vez más consolidado.

Los bares, llenos

Más allá de las tiendas, quien se lleva el gato al agua es la hostelería. En noche de viernes, cálida y rebosante de público, los bares se llenan de shopping adictos y shopping escépticos y son los que de verdad hacen caja. «No nos podemos quejar, estas cosas atraen a mucha gente y anima la calle, desde que pasó la pandemia cuesta quedarse en casa, cualquier excusa es buena para salir a tomarse algo». Son palabras del dueño de uno de los bares del Centro, cuyos empleados expresaron su opinión sin que les oyera el jefe. «Esto es mortal, yo no sé de dónde sale tanta gente, un agobio», comentó una de las camareras, «si yo no trabajara en la hostelería, estaría en mi casa tranquilo, ni loco me metía aquí el día de la shopping, pero a la gente le gusta la bulla«, añadió su compañero.

En las tiendas, los propietarios estaban encantados. «Tómate tu tiempo para probarte lo que quieras, estamos aquí hasta las doce de la noche», se ha oído recomendar, «mañana abriremos otra vez, pero hoy venimos mentalizadas de que hay que darlo todo». Y vaya si lo están dando. Las cajas registradoras lo agradecerán a final de mes. «Ojalá estuviera esto así todos los días, da gusto ver a tanta gente, aunque muchos no compren nada«, confesaba la dueña de un comercio de Cruz Conde. Acabadas las compras, aún quedará tiempo para mover el esqueleto con la sesión de dj de Los 40 que se prolongará hasta bien entrada la madrugada. Una noche es una noche. Todo sea por una buena causa.

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