El joven, como ya había confesado su tío, había perdido la esperanza de que se casara, pero quiso remarcar el poder de la fé en las declaraciones posteriores al evento: «Al final el camino de Dios está allí y bueno, pasan cosas, te caes, te vuelves a levantar y al final Dios tenía un plan para mi tío y estoy tan feliz que hemos llegado a este día».
También ha recalcado la importancia de la felicidad del matrimonio, a pesar de la tardía boda: «Lo más importante es que mi tío y Teresa sean muy felices y les deseamos lo mejor. Que Dios les bendiga», ha concluido.