Una joven de 24 años fue asesinada este sábado de un tiro en la cabeza dentro de su auto en la localidad bonaerense González Catán, partido de La Matanza. La víctima, identificada como Candela Santa María, sufrió una herida mortal por un disparo que efectuó un delincuente de 20 años identificado como R.A.L. que, luego, le robó el celular y escapó.
La joven trabajaba como chofer de aplicación para pagar el auto que había adquirido hace cuatro meses. Sus familiares habían asegurado que el supuesto homicida le había robado y asesinado mientras trabajaba. Aun así, fuentes de la investigación descartaron que se tratara de un asalto y se centran actualmente en la relación existente entre Santa María y el delincuente.
Además, consideran la posibilidad de que el joven de 20 años le hubiese querido vender un arma. El homicida se suicidó por la tarde tras ser encontrado y rodeado por efectivos policiales.
Familiares de la víctima aseguraron a fuentes policiales que todo comenzó el viernes por la noche cuando Santa María se despidió de sus familiares, tomó el teléfono que utilizaba para hacer viajes y se dirigió hacia González Catán para comenzar su jornada.
Según ese relato, la víctima realizaba viajes durante el día con la aplicación. Este sábado le había comunicado por mensaje a un familiar que estaba en camino a guardar su vehículo cuando, luego de la medianoche, dejó de responder.
Entre la 1 y las 2 de la madrugada la víctima habría tomado un viaje por Uber en su Fiat Cronos negro y se habría dirigido hacia la intersección de las calles La Bastilla y Coronel Ramos, a dos cuadras de la calle Calderón de la Barca. Allí fue interceptada por un delincuente.
Tras ello, la evidencia de la investigación deja ver que el agresor se acercó al vehículo y le disparó. La víctima recibió un balazo en la cabeza mientras estaba al volante. El delincuente se llevó el celular de Santa María, pero dejó la billetera y el auto. En el asiento trasero del vehículo había una funda de un arma, que sería propiedad del homicida.
Tras ello, vecinos habrían llamado a la Policía porque escucharon disparos. Al llegar a la escena del crimen, los efectivos policiales y el personal del servicio de emergencias médicas corroboraron el deceso de la joven.
Fuentes de la investigación aseguraron que dos testigos vieron al sospechoso ingresar a una casa a 20 metros del lugar del asesinato, que utilizaba como un aguantadero.
La familia fue notificada del fallecimiento a las 7, comentó Alan, hermano de Santa María. “Hoy a las 7 me avisaron que estaba muerta y esto fue a la 1 de la madrugada. El comisario de González Catán no fue capaz de mandar un móvil. Cuando nosotros fuimos a la comisaría estaba tomando mate y nos atendió como si estuviera en su casa. Nosotros mismos después fuimos a dar vuelta en el barrio y encontramos la casa del asesino“, señaló en diálogo con LN+.
Y agregó: “Fuimos hasta ahí y vimos la mancha de sangre de mi hermana. Esa sangre entraba en la puerta de una casa, que estaba cerrada con candado”. Alan contó que los vecinos de la cuadra rompieron la vivienda y la quemaron.
“No la veía en todo el día, pobrecita. Ella se levantaba a las 7 de la mañana y hasta las 9 de la noche no llegaba a su casa. No nos vamos a mover hasta que agarren al culpable”, lamentó Alan.
Tras los hechos, comenzaron las tareas de búsqueda sobre el delincuente. Como no lograron hallarlo en la vivienda de González Catán, se trasladaron hacia Virrey del Pino, donde vivían sus familiares. Allí fue encontrado y rodeado por personal policial. Aunque intentó huir por los fondos de la vivienda, finalmente se disparó a sí mismo y murió.
Aunque los familiares afirmaron que la joven se encontraba trabajando, fuentes del caso aportaron que la joven no estaba usando la aplicación.
Por el momento, se conoce que el homicida estaba vendiendo un arma a través de sus redes sociales, cuyo estuche sería la que fue hallada en el asiento trasero del vehículo de la víctima. Se desconoce si Santa María quiso comprarla o si ella le proveía o vendía municiones.
Las autoridades descartaron la hipótesis de robo y aseguraron que la investigación se centra ahora en el vínculo entre la víctima y el delincuente. Esto incluye la búsqueda de mensajes entre ellos para esclarecer los acontecimientos.
Luego de conocerse la noticia, vecinos de la zona cortaron la Ruta 3 a la altura del kilómetro 28, en Laferrere, por su asesinato. Decenas de personas se acercaron a las inmediaciones con un bombo. Mientras aplaudían, pedían por la intervención de la Justicia. Los manifestantes estuvieron allí desde las 8 de la mañana hasta la tarde. El metrobus fue interrumpido.
Alan y otros vecinos denunciaron que efectivos de la Policía bonaerense, que dispararon balas de goma, junto a Gendarmería y entre siete u ocho patrulleros.
“Cande era una compañera y era mi hermana. Trabajaba en el Uber, yo también trabajaba. Me la sacaron de un tiro. Mira lo que es. Decime vos cómo le robas a esta criatura“, reclamó su hermano Alan. La víctima iba a cumplir 25 años el próximo 9 de septiembre.
La hermana mayor de Candela se quebró en vivo al hablar de la víctima: “Nos arruinaron. Estamos muertos en vida. Mi papá murió hace menos de dos años y ahora se la llevó a mi hermana”.
En ese momento, Alan aseguró que no iban a retirarse a allí hasta que el delincuente “esté esposado”. “No podemos salir a comprar o con los chicos en la bici. No hay policías. Está todo abandonado. Yo me cuido con un palo que tengo en el auto”.