Las apuestas, tan de moda por estos tiempos, seguramente den resultados contundentes. El gran favorito para el clásico del domingo en el Monumental es River, por incontables razones. Una institución hoy millonaria y no solo por su apodo, un equipo con varias figuras de renombre y un entrenador con vitrinas repletas son los puntos más notorios para explicar porque se puede suponer en la previa que el local tiene ventaja sobre un San Lorenzo inhibido y sin refuerzos, en crisis institucional y económica y golpeado por donde se lo mire… Sin embargo, Damián Ayude no pierde las esperanzas…
“Vamos a tener precauciones pero intentando jugar y lastimarlos. No vamos a ganar con el corazón, hay que jugar y hacer un gol, pero a partir de esos patrones vamos a intentar dejar bien para a San Lorenzo”, aseguró el entrenador.
En los tres partidos que lleva al frente del equipo (superó a Quilmes por penales en los 16avos de Copa Argentina, le ganó a Talleres e igualó con Gimnasia), el equipo ya demostró tener su marca: busca ser protagonista, jugar en campo rival con tenencia de pelota y atacar con mucha gente. “Somos San Lorenzo y, más allá de lo que nos pase, tenemos que intentar lastimarlos tomando las precauciones que ameritan sus futbolistas, su entrenador y su cancha”, comentó el deté en charla con TyC Sports.
Ayude sabe que el encuentro no será sencillo y que “el rival te puede llevar a una situación incómoda que tendremos que sortear”, pero considera que es importante la confianza: “Tenemos que desear el partido más que ellos”. ¿Se verá una idea de juego diferente? “Nosotros intentamos hacer foco en lo nuestro, hay roles y funciones, y tenemos muy claro qué es lo que nos corresponde hacer”, aseguró.
Más allá de que Nery Domínguez todavía no está completamente recuperado del esguince de tobillo y que Nicolás Tripichio trabajó algunos días de la semana con menor intensidad producto de un golpe, el deté llega con buen semblante a Núñez y todo parece indicar que podrá repetir la formación inicial por tercer partido consecutivo. “Tratamos de disfrutar cada entrenamiento, de apoyarnos mucho… Estamos en un lugar de sumo privilegio y tenemos que hacernos ajenos a las cosas que pasan y que nos pueden afectar”, comentó sobre el presente que le toca transitar.
Una de las cuestiones que marca la compleja realidad de San Lorenzo quedó a la vista en este receso, donde los directivos, con Lopardo a la cabeza, hace algunos días confirmaron que tomaron la decisión de no pagar las deudas por las cuales el club está inhibido y, por consiguiente, dejar el plantel como está, sin refuerzos. “Julio habló conmigo un día antes de manifestárselo a la prensa… Son decisiones de la dirigencia”, señaló.
Claro, Ayude esperaba tener algunos nombres nuevos que potencien lo que ya había. “Nosotros hicimos un análisis del plantel y nos hubiera gustado suplantar las bajas (NdeR: Muniain, Braida e Irala), pero sabíamos que podía pasar una cosa así…”, reconoció. Aunque lejos de mostrar fastidio, el técnico dejó en claro que mira al futuro con el mismo optimismo e ilusión que al principio. “No queda otra que trabajar, meterle para adelante y hacerlo como lo venimos haciendo y, principalmente, como lo vienen haciendo los chicos hasta ahora”, concluyó.