El desayuno es la primera comida del día y, por lo tanto, juega un papel clave en la obtención de energía y nutrientes esenciales para el organismo. Elegir alimentos ricos en magnesio, fibra y otros minerales puede marcar la diferencia en el rendimiento físico y mental. En este sentido, la Universidad de Harvard destacó una opción simple, rápida de preparar y altamente beneficiosa para la salud: la avena.
El magnesio es un mineral fundamental para el cuerpo humano, ya que participa en más de 300 reacciones bioquímicas, incluyendo la producción de energía, la regulación del azúcar en sangre y el mantenimiento de la función muscular y nerviosa. Un desayuno con alto contenido de magnesio no solo ayuda a reducir el estrés y la fatiga, sino que también puede mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunológico.
Según la Facultad de Salud Pública de Harvard, la avena es una excelente fuente de magnesio, fósforo, zinc y fibra, lo que la convierte en una opción ideal para comenzar el día. Su fibra soluble, conocida como betaglucano, ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y promueve una microbiota intestinal saludable, lo que puede beneficiar a quienes padecen trastornos digestivos como el estreñimiento, la diarrea o el síndrome del intestino irritable.
Según la institución estadounidense, muchas personas suelen saltearse la primera comida del día, ya que aseguran “no tener tiempo” para cocinar durante la mañana los alimentos para su consumo. Es por esto que la misma entidad recomienda elaborar el desayuno por la noche. Esto permite ahorrar tiempo y disfrutar de un desayuno nutritivo sin complicaciones.
Harvard propone además una receta muy sencilla y accesible para incorporar la avena a la dieta diaria. Para ella se necesitan los siguientes ingredientes: