“Contamos con poder de fuego” señalan en medios del Gobierno con relación a las tensiones que viene mostrando el dólar. La jornada comenzó con un mensaje del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, señalando en la red social X que “El Tesoro Nacional anuncia que a partir del día de la fecha participará en el mercado libre de cambios con el fin de contribuir a su liquidez y normal funcionamiento”.
En la jornada del lunes, el dólar spot subió por tercera jornada consecutiva, con un incremento de 2,2% para situarse por encima de los $1.370.
El comunicado de Quirno se conoció a las 10:40 horas, cuando el dólar rondaba los 1.380 pesos y una hora más tarde había bajado a cerca de 1.362 pesos.
En medios del mercado se comenta que el funcionario no hizo más que sincerar lo que el mercado sospechaba, es decir que el Tesoro se está desprendiendo de dólares para tratar de frenar la suba de la divisa y evitar de esta forma la suba del tipo de cambio impacte sobre la inflación y, en consecuencia, afecte las posibilidades electorales del Gobierno.
La última información disponible (correspondiente al 28 de agosto) arroja que el Tesoro contaba con u$s1.709 millones en su cuenta en el Banco Central (BCRA).
No obstante, en medios oficiales se aclara que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) permite la intervención de las autoridades dentro de la banda de flotación. En este sentido, se calcula en medios privados que “el poder de fuego” de las autoridades ronda los u$s 20.000 millones, conformados fundamentalmente por los u$s12.000 millones que se recibieron del FMI y que hoy están en manos del Banco Central luego de la recompra de Letras Intransferibles.
En realidad, fue el propio presidente, Javier Milei, el que se fijó una restricción al señalar que no comprarían dólares hasta que la cotización tocara el piso de la banda.
Algunos operadores criticaron la decisión de la secretaría de Finanzas al sostener que resulta “incongruente” que en momentos en que el BCRA registra reservas netas negativas, el Tesoro se ponga a vender dólares dentro de una banda en la que se suponía que iba a flotar.
Seguramente la medida no sería bien recibida por los bonistas que computarán la perspectiva de menos dólares a la hora de cobrar sus acreencias.
Incertidumbre
La presión compradora en el mercado de cambios coincide con un momento de incertidumbre político y preocupaciones por la marcha de la economía. Ayer se conoció que la recaudación tributaria de agosto verificó una caída real de 2,8% interanual – que se reduce a 0,7% de caída si se excluye el impacto del retiro del impuesto PAIS- dando “algunas señales de enfriamiento de la actividad”, según Ecolatina.
Paralelamente, el mercado está expectante a lo que suceda el próximo domingo en las cruciales elecciones de la provincia de Buenos Aires.
Las últimas encuestas que circularon en la Casa Rosada muestran que los libertarios pierden por “sólo 4 puntos”, pero en medios privados circulan otras mediciones que dan cuenta de un margen mayor (del orden de los 7 puntos) a favor del kirchnerismo.