Su talento en el deporte lo llevó a facturar millones, pero murió sumido en las deudas por malas decisiones: quién es Johnny Unitas

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Sin dudas, la administración financiera es un factor determinante para las personas en su manejo de su economía. Suele suceder que quienes reciben ingresos de miles de millones de forma rápida o repentina, pierdan de vista su importancia y esto es algo que castigó duramente a Johnny Unitas.

Si bien supo llegar a lo más alto de la National Football League (NFL), luego de su retiro, cuando sus ingresos bajaron considerablemente, tanto por las malas intenciones como por los gastos desmedidos, no tardó muchos en tener que declararse en bancarrota, dilapidando millones de dólares.

El ascenso de Johnny Unitas y su paso por el fútbol americano

Durante su secundaria, Johnny Unitas era quarterback suplente en el equipo de fútbol hasta que el titular se fracturó el tobillo. De todas maneras, por su contextura fisica, sus compañeros dudaban que pudiera desempeñarse en la posición. A pesdar de que en la universidad de Pittsburgh mostraron interés en él, no superó el examen de ingreso.

Encontró su lugar en Louisville, un equipo que no estaba entre los mejores, pero le dio la oportunidad. Ahí fue apodado «The Golden Arm», por su increíble resistencia, destreza y habilidad para leer el juego. Poco a poco, se convirtió en una pieza que todo entrenador quería, y tras ser elegido mejor jugador de la liga, su carrera comenzó a ascender de forma rápida.

Su marca de 47 pases touchdown consecutivos recién fue superada en 2012 por Drew Brees. Sin dudas, la explosión en su carrera se dio en los Baltimore Colts, donde vivió gran parte de su trayectoria y firmó contratos muy importantes.

La caída de Unitas con deudas de millones que lo llevaron a la bancarrota

Retirándose en 1973 como el mejor pasador de su generación, comenzó a volcarse a los negocios, con el objetivo de mantener o hacer crecer su fortuna, pero no le fue tan bien. Uno de sus restaurantes, su empresa de transporte y una empresa inmobiliaria en Florida quebraron, comenzando sus dolores de cabeza. Pero la peor operación se dio en 1984 cuando compró National Circuits.

Para poder comprarla tuvo que pedir 5.3 millones de dólares. Y como garantía, si la empresa quebraba, tanto él como su esposa debían hacerse cargo de sus deudas, que fue lo que finalmente sucedió. Para el año 1991, ya se estaba declarando en bancarrota.