POLÍTICA
Mengolini y su emisora molestaron a los médicos y pacientes, además de poner en peligro las instalaciones.
El Hospital de Pediatría Garrahan, una de las instituciones médicas más prestigiosas y sensibles del país, publicó un fuerte comunicado este lunes tras denunciar ante la Justicia la instalación no autorizada de la emisora Futurock, dirigida por la periodista kirchnerista Julia Mengolini.
El hecho ocurrió en el ingreso al hospital y generó malestar tanto en las autoridades como en el personal médico y las familias que asisten al centro de salud infantil, además de poner en peligro las instalaciones.
De acuerdo con el comunicado oficial, el equipo de Futurock llevó a cabo una transmisión sin ningún tipo de autorización, a pesar de que el hospital ya había solicitado expresamente que no lo hicieran. La instalación se montó en la entrada del Garrahan y fue conectada de manera improvisada a la red eléctrica del hospital, lo que generó un riesgo para las instalaciones y sumó tensión a una jornada ya de por sí delicada por la atención constante de niños y niñas con tratamientos complejos.
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«Con este accionar se vulneró, directa o indirectamente, la privacidad de niños, familias y personal de salud«, advirtió el hospital en su mensaje, y remarcó que también se produjeron ruidos molestos y se entorpeció la dinámica habitual del establecimiento, afectando la tranquilidad que requiere el funcionamiento diario de una institución médica pediátrica de alta complejidad.
La transmisión de Mengolini y su equipo fue organizada por motivos políticos contra el gobierno del presidente Javier Milei, y transformó el ingreso del hospital en un escenario de militancia partidaria.
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«Pedimos a toda la comunidad, y especialmente a los medios de comunicación, que tomen conciencia del valor y la seriedad que requiere el Garrahan«, agregó el comunicado. La institución exigió respeto por el espacio y advirtió que no se puede permitir que el hospital pediátrico más importante del país sea usado para fines ajenos a su misión médica y humanitaria.
«No podemos permitir que se utilice al hospital pediátrico más importante del país para llevar adelante acciones que vayan en contra del bienestar de los niños, ni que entorpezcan el trabajo del personal de salud, que no responde a intereses políticos«, concluyó el hospital.
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