A través de un largo posteo en redes sociales, Axel Kicillof pidió ponerle límite «al desenfreno autoritario» de Javier Milei, quien recientemente acusó al kirchnerismo de intentar un “golpe institucional” contra su gobierno.
“Estos ataques no son solo contra Cristina, contra Massa o contra mí. Ni siquiera son solo contra el peronismo”, señala, subrayando que “resulta gravísimo acusar livianamente de promover un golpe a dirigentes opositores por cuestionar el rumbo político y económico espantoso del gobierno, es decir, por hacer oposición”.
El gobernador bonaerense pidió “coordinar esfuerzos” a todas las fuerzas políticas para “construir un escudo democrático capaz de ponerle un límite al desenfreno autoritario de Milei” porque “con la democracia no se jode», sentenció.
En el texto hace hincapié en la palabra más utilizada por el Presidente y sus funcionarios, «libertad», advirtiendo que “se llena la boca con esa palabra mientras reprime a los jubilados, ataca a los que protestan y casi le quita la vida a un fotógrafo, por cuyo estado de salud no mostró siquiera la mínima sensibilidad».
Sobre el rumbo económico del gobierno nacional, Kicillof advierte que «debajo de estas acusaciones (de intento de golpe institucional), hay una realidad: fracasaron. No hay dólares genuinos y tienen que rogarle de rodillas al FMI recursos que usarán para garantizar su modelo de endeudamiento y fuga«.
«Mientras tanto, el consumo, las jubilaciones, el empleo y los salarios se reducen. Y la única respuesta que encuentran es acusar, agredir, insultar, amenazar, mentir», reflexionó el el mandatario provincial.
Texto completo de Axel Kicillof en redes sociales
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Primero vaciaron de sentido la palabra libertad. El gobierno de Milei se llena la boca con esa palabra mientras reprime a los jubilados, ataca a los que protestan y casi le quita la vida a un fotógrafo, por cuyo estado de salud no mostró siquiera la mínima sensibilidad. Ahora intentan hacer lo mismo con la palabra golpe, vaciarla de sentido. A pocos días de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado asesino de 1976, acusan de “golpe” a los dirigentes políticos que nos oponemos a este experimento de ajuste y crueldad.
Es insólito: acusan de promover un “golpe” al gobernador de la provincia más poblada del país, al último candidato presidencial de la oposición, Sergio Massa, y a Cristina Fernández de Kirchner, líder popular, expresidenta elegida tres veces en elecciones libres. Además de los voceros de la mentira, quien formula esas acusaciones de golpes imaginarios es el mismo presidente que pidió mi renuncia por la red X, que amenazó con intervenir la provincia de Buenos Aires, y que habla en un tono amenazante sobre “meter presa a Cristina”, presionando de esta manera a la Justicia. Presenciamos una espantosa escalada que mezcla delirio, violencia y autoritarismo.
Estos ataques no son solo contra Cristina, contra Massa o contra mí. Ni siquiera son solo contra el peronismo. Son, ante todo, ataques a la democracia y nadie puede hacerse el distraído. Resulta gravísimo acusar livianamente de promover un golpe a dirigentes opositores por cuestionar el rumbo político y económico espantoso del gobierno, es decir, por hacer oposición. ¿Qué espera el Licenciado Milei de los dirigentes opositores mientras su gobierno desfinancia el Estado, paraliza obras, resigna soberanía, desarma el sistema universitario, científico, educativo y de salud, ataca artistas y figuras populares por pensar distinto, y gobierna desde la hostilidad y la mentira? Aviso: nos vamos a seguir oponiendo y vamos a seguir construyendo una alternativa a este desastre.
Debajo de estas acusaciones, hay una realidad: fracasaron. No hay dólares genuinos y tienen que rogarle de rodillas al FMI recursos que usarán para garantizar su modelo de endeudamiento y fuga. Mientras tanto, el consumo, las jubilaciones, el empleo y los salarios se reducen. Y la única respuesta que encuentran es acusar, agredir, insultar, amenazar, mentir.
En las próximas elecciones, todas las fuerzas políticas comprometidas con la democracia tenemos la responsabilidad de coordinar esfuerzos. Más allá de las listas, se trata de construir un escudo democrático capaz de ponerle un límite al desenfreno autoritario de Milei. Con la democracia no se jode.
Los dichos de Javier Milei sobre un supuesto «golpe institucional» en su contra
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